lunes, agosto 10, 2015
5 grandes estrategias para resolver un conflicto
5 grandes estrategias para resolver un conflicto.
La mente es maravillosa, donde se hablará de 5 estrategias para aprender a solucionar y gestionar cualquier conflicto que nos surja en nuestras vidas.
Para ello comenzamos definiendo correctamente qué es un conflicto, ya que muchos de los problemas para su resolución comienzan por confusión por parte de las personas implicadas, dándole mas importancia de la que tiene a la situación y generando así un bucle sin sentido y por tanto con difícil solución.
Así, Stephen Robbins entiende el conflicto como “Un proceso que se inicia cuando una parte percibe que otra la ha afectado de manera negativa o que está a punto de afectar de manera negativa, alguno de sus intereses” .
También tener en cuenta que un conflicto requiere de dos o más personas o grupos que interactúen teniendo una relación de doble sentido donde A se comunica con B, y B se comunica con A.
Pues bien, Kenneth Thomas y Ralph Kilmann nos identifican 5 estrategias para resolver un conflicto, donde cada una de ellas se puede utilizar dependiendo el grado de asertividad y cooperación exhibido por las partes implicadas. Estas son:
- La colaboración, que intenta satisfacer por completo a todo el mundo. Ésta requiere de alta asertividad y colaboración por ambas partes implicadas.
- La acomodación donde se nos indica la voluntad de una de las partes de satisfacer las necesidades de la otra dando igual las suyas propias. Requiere de mucha cooperación y casi ninguna asertividad.
-El compromiso, la reina de las estrategias para resolución de conflictos donde conseguimos un equilibrio en ambas partes y donde se garantiza que todos queden satisfechos.
-La competencia, donde se garantiza que una persona gana a expensas de todas las demás. ¿Que opináis de esta estrategia vosotros?
-La evasión, que se concibe cuando queremos evitar el problema aunque signifique que ninguna de las partes se quede satisfecha.
Los autores defienden que cuando una persona es consciente de las distintas categorías arriba citadas, puede seleccionar la estrategia que más le sea apropiada para solucionar cada nuevo enfrentamiento que se le plantee.
¿Pero como llevar todo esto a la practica?
Aquí os dejo unas cuantas “perlas” para que os guiéis en la solución y puesta en escena del conflicto que deseéis.
- No intentes evitar el problema. Resuélvelo. Si los vamos resolviendo a medida que van originándose, eliminaremos futuras causas de conflicto.
- Comienza identificando tu propia reacción instintiva ante un conflicto. Lo puedes hacer pensando en cómo has gestionado un par de situaciones conflictivas anteriores, siendo sincero en la valoración.
- En cuanto sepas el anterior paso y seas consciente de como actúas, aborda las nuevas situaciones difíciles con respeto y calma mostrándote amable con la otra persona y escuchando con atención lo que tenga que decir. El hecho de que tenga una postura diferente a la tuya no significa que sea agresiva o negativa.
- Expón los hechos y establece aquellos puntos en los que podríais estar de acuerdo. A continuación explora las distintas alternativas a tu alcance, estableciendo algunos objetivos y plazos que ambos podáis acordar, trabajando para cumplirlos.
- A medida que avancéis, se desarrollará un vinculo entre vosotros de confianza mutua, entendimiento y comprensión, facilitando la posibilidad de abordar cualquier problema que aún podáis tener para solucionar el conflicto.
- Evita siempre la confrontación y concéntrate en el asunto, no en la persona. Esto evitará que un problema simple acabe en una acalorada disputa.
Es muy bueno, como último consejo a la hora de solucionar y gestionar adecuadamente un enfrentamiento, realizarnos de forma personal las siguientes preguntas cuando nos encontremos de cara la situación:
- ¿Soy demasiado agresivo o demasiado débil cuando me enfrento a un conflicto?
- ¿Necesito mas conocimiento o practica en la gestión del enfado o la asertividad?
Espero que estas geniales pautas y estrategias os liberen de más de una situación que os esté estancando o bloqueando el día a día. Liberarnos de las barreras por muy pequeñas que puedan ser es uno de los pasos necesarios para una vida emocionalmente sana.
Fuente: http://www.heartartistcoaching.com/5-grandes-estrategias-para-resolver-un-conflicto/#sthash.U68ciCid.dpuf
Los 6 tips para manejar conflictos
El manejo de conflictos dentro de la empresa es una situación extrema que puede traer beneficios tanto a los dirigentes como a los empleados de la organización, ya que su resolución implica cambios y mejora de los procesos.
El conflicto puede surgir de las diferencias entre dos o más personas, o como resultado del desacuerdo hacia políticas o procesos de los dirigentes, señala el experto en Comunicación Organizacional, Iván López.
1. Cultiva un vínculo con tu "adversario": La clave para desarticular un conflicto radica en establecer un vínculo -o restablecerlo si se ha deteriorado- con la otra parte. Para ello no es necesario que el individuo te agrade; lo único que hace falta es un objetivo en común. Trata a la persona como a un amigo, y basa la relación en el respeto mutuo y la cooperación. Los líderes deben aprender a diferenciar entre la persona y el problema, y evitar las reacciones negativas a los ataques o las emociones intensas.
2. Dialoga y negocia: Es importante no apartar la conversación del tema en cuestión, mantenerse concentrado en un resultado positivo y ser consciente de la meta común. No te muestres hostil ni agresivo. La etapa siguiente es la negociación, en la que además de dialogar se "regatea". El diálogo y la negociación producen transacciones genuinas y productivas para ambas partes.
3. "Pon el pescado sobre la mesa": Esta expresión significa plantear una cuestión difícil sin hostilidad. La frase proviene de Sicilia, donde los pescadores exponen su botín sobre una gran mesa, para limpiarlo en conjunto. Si lo deja "bajo la mesa", empieza a pudrirse y a oler mal. En cambio, si planteas el problema, puedes empezar a aclarar el enredo. Debes ser directo pero respetuoso y hablar siempre en el momento oportuno.
4. Comprende la causa del conflicto: Entre las raíces de una discrepancia se encuentran las diferencias en materia de objetivos, intereses o valores. También podrían influir percepciones opuestas de un problema y hasta estilos de comunicación distintos. El poder, la rivalidad, la inseguridad, la resistencia al cambio y la confusión de roles son otros motivos de desacuerdo. Es crucial determinar si el conflicto se da por intereses o necesidades. Los primeros son más transitorios y superficiales, como la posesión de tierras, el dinero o un empleo; las necesidades son más básicas y difíciles de negociar: identidad, seguridad y respeto, por nombrar algunas. Muchos conflictos parecen obedecer a intereses, cuando en realidad son producto de necesidades.
5. Aplica la ley de la reciprocidad: Ésta es la base de la cooperación y la colaboración. En general, lo que das es lo que recibes. Recientemente, varios investigadores han descubierto "neuronas espejo" en el cerebro, lo cual indica que el sistema límbico (cerebro emocional) donde se encuentra la empatía, recrea en nosotros la experiencia de las intenciones y las emociones del otro. El intercambio y la adaptación interna permiten que dos individuos sean capaces de identificarse con los estados interiores del otro. En consecuencia, ambos podrán hacer las concesiones necesarias en el momento debido.
6. Construye una relación positiva: Una vez establecido un vínculo, nutre la relación y persigue el logro de los objetivos. Trata de equilibrar la razón y la emoción, ya que aquellas como miedo, enojo y frustración pueden desbaratar acciones bien planeadas. Entiende el punto de vista de la otra persona, lo compartas o no. Recuerda que cuanto más efectiva sea la manera en que comuniques tus diferencias y puntos de concordancia, mejor comprenderás las preocupaciones del otro y mejorarás tus probabilidades de alcanzar un acuerdo aceptable para ambas partes.
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